A principios
del 2009 frente al museo de Artes Visuales del Parque Rodó en la ciudad de
Montevideo Uruguay, hubo un cartel con la frase: Acordate que te vas a morir.
En
mi cumpleaños veintidós no los voy a
aburrir escribiéndoles una autobiografía porque no hay grandes cosas que
contarles, tampoco se adelanten en criticar mi locura y pesimismo de escribirles sobre la muerte cuando estoy
cumpliendo un año más de vida, un año más que suman veintidós donde esa cruda y
ácida frase impresa en ese cartel se me vino a la mente, Acordate que te vas a morir, y es que ese recordatorio debe estar
presente porque a muchos se nos olvida y la vida se nos pasa, la vida se nos va
en tonteras y formalismos, la juventud se nos va en el haber cuando maduras, siempre me ha parecido redundante decir vivir
la vida, pero es tan cierto porque hay vivos que están muertos, vivos porque
respiran y tienen sístole y diástole
pero están muertos porque no ríen, el Acordate
que te vas a morir se trata de ¡acordate
de vivir! y de disfrutar más la vida, porque se acaba y no te vas a llevar nada
más que el tacuche de tu funeral.
Yo
nací la madrugada de un mismo jueves 07 de febrero pero del año 1,991 en el cual vine al mundo con cabello, quizá
esa es la razón por la que tenga que ir tan seguido donde el peluquero, lo
cierto es que siento, porque soy humano,
soy inmaduro, testarudo, y quizá un veinteañero
que sufre de la crisis del cuarto de vida, porque como dicen, es esta edad donde sé
es demasiado joven e insignificante como para comprarte un convertible y huir
con tu secretaria, pero también después sé es demasiado viejo para escribir en
un blog el día de tu cumpleaños.
Los
veintidós años se celebran, así como se deben de celebrar todos tus demás cumpleaños, porque siempre debemos
recordar que nos vamos a morir, algún día, mientras ese día llega... ¡Vivamos!
Twitter : @georgejuarez91